viernes, 24 de septiembre de 2010

To the music of my heart

When he sings everything makes sense.

I know he saw my heart and he can sing it out loud, soft.

Every tear, every smile, every thought that passed through me, reached him, so he could make it into a song, so he could give me some joy, sometimes the only one that I have.

I wish he could see into my eyes and know how much I own him, I couldn't pay, I'd have to give him my life.

Today, I don’t feel down, I never do when I hear you.



To the voice of my heart

He tastes like London in winter time, as the cold, to where you always want to return.

His dreamy sky blue eyes were only created to look with despise, but his voice softens hearts. All his sins are forgiven.

Perhaps a hard childhood made him so special, but a problematic youth and a toughest adulthood, placed him among giants.

I will remember his face, his look, his pose, his power, most of his words and the sound of his voice, forever.

Thanks for all that you gave to me.

Live Forever.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Se apaga Londres


A veces por la mañana, antes de abrir los ojos, puedo sentir en los labios la brisa de aquella ciudad que dice ser mi hogar.
Son esos pocos segundos mágicos que me dan aliento. Esos pocos segundos que estiro, pues no sé por cuánto tiempo tendré que vivir de su recuerdo.

Al despertar todo cambia.
Es esa rutina que mata y envenena la libertad que me prometo cada día de agobio.
Es ese luchar diario por sueños que no son míos.
Son esas máscaras que he aprendido a utilizar a la perfección y que a veces no distingo de mi propio rostro.

Veo cómo dejo en el camino cada uno de mis anhelos, veo cómo se apagan las luces de Londres.
No hay nada que hacer, no hay a quien reclamar.

Esta noche, el deseo de dejarlo todo vuelve a arder en mi pecho, estuvo mucho tiempo apagado.

Esta noche nace un plan de escape, esta noche cuento días, esta noche me prometo, de nuevo.

Pronto volveré a ver tus luces y me darás toda esa libertad que al pie del Támesis me prometiste.

Pronto, y sin agradecimiento, he de devolver logros y ataduras.

Londres no te apagues.