De un momento a otro se estrelló contra un vidrio transparente, irrompible.
Cayó fuertemente al piso, luego de unos segundos notó que tenía sangre en su frente.
No tenía idea de lo que había pasado, ¿De dónde salió este vidrio?, ¿Por qué no pude verlo?. Se preguntaba.
Todo daba vueltas. Alrededor había mucha gente mirando, gente que había visto antes, pero nadie la ayudaba.
Se dio cuenta que se habían caído todas las cosas de su bolso. Se sintió muy avergonzada.
Se levantó sola, casi sin fuerzas, adolorida.
Recogió del piso lo que se había caído: la paciencia, la entrega, el perdón, el amor. Ya no servían para nada, todo estaba completamente destruido, los guardó de todas formas para tener recuerdos.
Dio la espalda a la pared de vidrio,detrás de la que no veía nada. Ella no podía recordar por qué corría, pero me dijeron que iba detrás de lo que prometía ser la felicidad. Y de ella, puedo creerlo.