Hoy decidí escribir porque me siento acumulada de emociones
y debo ponerlas en algún lugar.
Entre mensajes, llamadas, barullos, regalos, sentimientos
desbordados, alegrías, nostalgias y esas cosas comunes en los cumpleaños, tengo
segundos de silencio en mi cabeza y en uno de esos, mientras leía un post sobre
un “love crush” de Caroline, me acordé de ti y de la botella de champagne.
Y esos segundos de silencio se volvieron eternos,
interminables flashes en mi cabeza.
El pasillo de hotel, la botella, ese país tan diferente, tus
tatuajes, tu timidez, mis confesiones desubicadas, la vista llena de luces de colores y entre todo eso algo que
jamás imaginamos, nosotros.
Podría escribir mucho sobre esa noche, tal vez lo haga, tal
vez no. Pero inolvidable es la palabra que mejor la define.
Inolvidable, como
“vos”.