viernes, 26 de marzo de 2010

Nostalgia por París

Hace poco volví a ver las fotos de mi viaje, transportarme a París fue lo que más me emocionó.

Le Moulin Rouge, la Seine, les crêpes, la station de metro, le café de Amelie, les lumières de la tour Eiffel, l’Arc de Triomphe… L’amour!!! …

Y nuestros ojos maravillados, era exactamente como la habíamos imaginado. Perfecta.

Qué difícil es que tu cabeza entienda que tu corazón siente que no encaja donde está y se quiere ir, quiere regresar a París. Choca por dentro que mientras programo las cosas que aún tengo que hacer en Guayaquil: la fuckin’ universidad, el trabajo, las deudas y las mil responsabilidades con los demás, el corazón mira por la ventana y reclama: Let me go, let me go!!!

Todo se vuelve un desastre y ya no sé a quién escuchar… París dice: Tout ira bien. Yo le digo: Me daré tiempo.

Sitting there, alone in a foreign country, far from my job and everyone I know, a feeling came over me. It was like remembering something I'd never known before or had always been waiting for, but I didn't know what. Maybe it was something I'd forgotten or something I've been missing all my life. All I can say is that I felt, at the same time, joy and sadness. But not too much sadness, because I felt alive. Yes, alive. That was the moment I fell in love with Paris. And I felt Paris fall in love with me.” *

Ya sé que pasó en París… Me sentí viva! Alive! Vivant!


*Dialogo tomado de Paris, je t'aime (2006)

sábado, 20 de marzo de 2010

Lucas parte II

Andrés me trajo de vuelta a la Tierra con un sermón al oído: “Vengan para acá, estas ebria, vamos a comer algo. Estoy harto de que sean así, nunca me puedo divertir si me tengo que dedicar a cuidarlas de los tipos y tratar de que se vean sobrias antes de llevarlas a su casa…blablablablabla”. Él nos ama y no puede evitarlo, la amistad es el mejor tipo de amor.

Siguiente escena, Fabio mi ex-(interés) all over Dana y yo completamente argentinizada. No podía dejar de verlo, él no podía dejar de verme a mi, era cómo hablaba, todo lo que decía era interesante, o tal vez solo a mí me parecía interesante! Le dije que si no paraba de fumar yo paraba de besarlo. Él no paró, yo tampoco.

El tiempo pasó tan rápido, pero no pasaba. Luego me percaté de que no sabía su nombre, debía saberlo si pretendía que mis hijos lleven su apellido!! “A todo esto, cómo te llamas?”, “Lucas y vos?”, “Camila”, “vení Camila, tu hermano está que me mira mal pero yo(sho) no quiero sacarte las manos de encima”. Andrés en su intento fallido de “cuidarme” le dijo que era mi hermano para que el argentino no trate de llevarme a “pasar la noche”.

Quisiera recordar mejor cómo me metí dentro de su abrigo, sus palabras, cómo pude sentir esas cosas por un completo desconocido que olía tan bien oliendo a cigarrillo, solo él podía. Insistía en que nos vayamos y no me molestaba que lo haga, pero sus intentos eran fallidos, jamás lo iba a lograr. “Nena, no seas pendeja, vamos, pasá la noche conmigo, estoy que me muero por vos y vos te morís por mi”, “No, no voy a ir, se acabó”, “Pero qué decís? Si vos querés, yo quiero, pará de hacerte la difícil”. Esa frase normalmente hubiera logrado una de mis famosas descargas de rabia, pero él podía salirse con la suya. “No seas tonta, vení, estoy bromeando, pará, pará, vení, ya(sha) no insisto, solo besame, no pares”. Entre todo eso, empezó a amanecer, ya teníamos que irnos, estábamos acabados. Andrés y Belén no podían más, después de todo nos habían aguantado esa maratón solo por ser buenos amigos, hacía un frío terrible y aunque no fumaban se acabaron una cajetilla cada uno con la esperanza de que les de un poco de calor, pero no estaba funcionando. Fabio ya le había propuesto matrimonio a Dana, dos veces! Estaba enamorado, ella como siempre logra ese efecto “taradez” en los hombres, ídola.

Lucas me decía que tenía que volverme a ver. Dana, con los sentidos más despiertos que yo, les dio dirección del departamento y nuestros correos electrónicos. Yo no sé qué estaba pensando, solo le dije que me busque, como si estuviera en una película, pero sabía que me iba a encontrar… Yo le decía a Belén: ESTO ES AMOOOOOORRRRRRRRRRRR, ella lo creía.

3 horas de sueño después, un chuchaqui horrible y olor a alcohol barato, algo me decía que esa noche no había sido un sueño. “Dana yo le dije a Lucas que venga a las 11am, tú crees que vengan?” “Quién es Lucas?”. Fuck fue un sueño, pensé, damn!. Entró Belén riéndose, “oshe pendeja, dame un beso”. “Woooow no fue un sueño!”. No van a venir, pensé, son unos fuckin’ hippies, seguramente hacen eso todas las noches y no se van a levantar temprano para vernos a nosotras. Pero a sorpresa de todos, especialmente la mía, me equivoqué.

Esa mañana habíamos prometido a los amigos de Belén, dueños del depa, salir a desayunar y a turisquear con ellos. No teníamos escapatoria, no podíamos ser mal agradecidos (según Dana y sus reflexiones humanitarias).

Mientras íbamos en el carro para recoger a John y asegurarnos de que seguía con vida, los vi caminar buscando la dirección. “Para Andrés paraaaa ahí están Lucas y Fabio! Para damn, para mother fucker! Por qué no paras Andrés?”, Dana gritaba lo mismo. “No puedo parar, par de taradas, no ven que voy siguiendo el carro de Andrea, si paramos me voy a perder porque ellos no se van a dar cuenta. Mierda ya me hicieron perder, ya no los veo!”. “Andrés mierdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa para, es el amor de mi vida!!” Siempre yo, exagerada como nadie y over-dramatic. “Ya no podemos regresar, estamos muy lejos”. La peor mañana de mi vida, solo me preguntaba cuándo #$%& íbamos a regresar.

5 pm de regreso al departamento. En la recepción una nota que aún guardo en mi billetera: “Las esperamos hasta las 4.30 fue una pena no encontrarnos, besos, Lucas”. No teléfono, no dirección de hotel, no nada! Ok estaba lista para regresar a Guayaquil y odiaba Quito.

Guayaquil, lunes 10am en la oficina, una hora tarde. Lo primero que vi en mi compu fue un request del Messenger: “Hola nena”. Infarto. Celular. “Dana: Te-vas-a-morir”, “Tú te vas a morir, adivina quién me agregó al MSN!”. Al unísono: “oh-my.GOd”.

Esta es parte de nuestra primera conversación:

#&% says:

como estas?

no me esperaste

Quito!! Increíble!!! says:

bien

si te espere

te vi

y no pudimos parar

y no pude regresar tampoco

larga historia...

donde estas?

#&% says:

en cali

llegue ayer

que cagada

me acuerdo

de vos, tu olor, tu cara y tu forma de hablar

me encanta

Quito!! Increíble!!! says:

regresa xq quiero verte

#&% says:

si a vos te parece

regreso y me quedo una semana con vos

Quito!! Increible!!! says:

en serio??????????

#&% says:

si pendeja, no te miento

Quito!! Increible!!! says:

no me digas pendeja, q todos mis amigos me joden por eso

#&% says:

jaja

pero es lindo pendeja

18 horas en bus más tarde desde Cali, regresó con Fabio y fueron 5 días argentinos que nunca voy a olvidar. La parte más difícil fue dejarlo ir, no involucrarme.

Lucas, you left the sweetest taste in my mouth*

Dedicado a Nadya, Gary, Kathy y Max, son ustedes quienes me recuerdan que esta noche no fue imaginaria.

*Hardest Part / Coldplay – “And the hardest part was letting go, not taking part”

viernes, 12 de marzo de 2010

Shisha Dreams

He cheers my mornings, distresses my afternoons and fills my nights with shisha dreams.
He is the one I long to meet closer, in his eyes of eternal green I want my reflection.
I never get him, even though I know him deeply. He used to see through me, but he chose to lose me, love was not an option.
Visions of an unknown warned me about him, I listened but I chose not to believe.
He warned me about himself, I listened but I chose not to show my tears.
We live our days a world apart* longing it was different.
I know a day is set for us, before he leaves to forget our words, we will meet in that alley, I’ll see me in his eyes and we’ll save that green Istanbul night forever.*


*A World Apart/Vedera
"Please don't leave me here, when I'm a world apart from you"

*Save Tonight/Eagle Eye Cherry
"Save tonight and fight the break of dawn"

Photo by Mustafa Gülsün . www.mustafagulsun.com

viernes, 5 de marzo de 2010

Lucas

Esta es una historia imaginaria y algo como el sexto capítulo de “Amores Fugaces” de Jorge Enrique Adoum… Pero aún la siento en todos lados, a cada momento…

Pasó en uno de esos viajes que organizas con tus amigos, sin ningún motivo especial, más que chuparte la vida sin la supervisión de los padres y, si tienes suerte, conocer a alguien lo suficientemente bueno para que te de calor durante una noche, solo una.

El destino esta vez fue Quito. Todo era perfecto, llegábamos al súper depa de una amiga, teníamos tiempo y estábamos felices.

Entre la llegada, el desayuno, los saludos, los paseos por la cuidad, no hay mucho que contar, más que nuestra fascinación de pensar en la posibilidad de que alguno de esos franceses, alemanes, ingleses regados en toda esa ciudad, sea nuestra diversión ese fin de semana.

Por la noche salimos, arregladitas, con botas de tacos altos, aretes grades, abrigadas cual costeñas, Dana, mi mejor amiga, Belén y yo, acompañadas por Andrés, quien nos iba a cuidar esa noche, pues se sentía responsable por nosotras. Creo que él no tenía nuestras expectativas, pero esa noche nos superó a todos. Nos hizo falta John, pero estaba, seguramente, moribundo en su habitación de hotel. El aguante al trago le duró apenas hasta las 11pm, le dio la blanca y lo perdimos.

Buscando por la Plaza Foch a qué bar entrar dimos varias vueltas y optamos por una discoteca. La razón: $ 4.00 mujeres BARRA LIBRE, qué más podíamos pedir? Así empezamos a bailar entre nosotros, pues caritas bonitas no habían.

Luego de un rato,
no tengo idea de la hora, entró un grupo de quiteños interesantes, el acento era su defecto, lo demás, a simple vista era perdonable. Dos resaltaban, que coincidencia! Dana y yo, sumamos dos!
Hablaban de sus carros, sus viajes, sus depas, su high class university pfff, as Shania Twain would say: That don’t impresses me much. No quiero alargar esta parte de la historia, Dana se quedó con el que me gustaba, tuve que conformarme con bailar con el otro… Si tan solo pudiera recordar su nombre, pero no viene al caso de cualquier forma.

Mientras bailaba con Mr. Quito, no podía parar de ver a un tipo que sin duda era extranjero, le mandé a preguntar el nombre, el mensajero regresó a decir: Fabio y tú? No regresé el mensaje, pero ya estaba “on to the next one”

Luego de la despedida con los “nuevos amigos” (que luego fueron registrados en el cel como: NO CONTESTAR) y algunos vodkas más, nos encontramos con la discoteca (antro más apropiadamente llamado) prácticamente vacía. Recuerdo un grupito de ebrios mirándonos entretenidos mientras los cuatro gritábamos: Viva Guayaquil!!!, ellos aunque siendo quiteños asombrosamente contestaban: Viva! … Lo que hace el alcohol.

Finalmente salimos del lugar, agarrándonos entre todos, o más bien todas agarradas de Andrés, el único que había logrado mantenerse medianamente sobrio. Caminamos tal vez cuadra y media para tomarnos fotos: besos, abrazos, poses, etc. Cuando vi pasar por la calle a Fabio con alguien más que en ese momento no era de mi interés. Los llamé, con la valentía que solo me dan varios vasos de alcohol (leerse varios como DEMASIADOS), Fabio se colocó entre Dana y yo, y al lado mío un hombre con un afro que no le permitía pasar desapercibido y una cara inconfundiblemente argentina. Say Cheeeseeee! Dijo el desconocido que se ofreció a tomarnos aquella foto.

Argentina, en un momento borroso, me tomó del brazo, me jaló y dijo: “Qué linda que sos pendeja, dame un beso”… Quito desapareció con esas palabras y al abrir de nuevo los ojos, ya había pasado.

CONTINUARÁ...