sábado, 27 de agosto de 2011

22h13

Después de mostrarle a gritos y palabras hirientes quién realmente yo soy, sus ojos asomaron lágrimas.

Eso es lo que siempre consigo.

Eso es todo lo que sé obtener de las personas, a la perfección.

Él hablaba infinitamente muchas mentiras, porque esa es su forma de ver la vida y yo me impaciento.

Crece dentro de mí aquella persona a la que debería tenerle miedo, la que pierde los estribos.

Él no sabe que no puede herirme, cómo podría hacerlo.

Yo sé perfectamente quien soy, y lo acepto.

Con su corazón en la mano, pide más.

Sin comprender cómo puede pedir eso, yo se lo niego.

domingo, 14 de agosto de 2011

Quiero que te vayas

Son miles cosas que no sé cómo decirte, porque ya tengo muchas heridas cargadas a mi cuenta. Yo no lo quise así, simplemente fue. Yo no quise ser yo, sin embargo me culpas.

El mundo me apesta, como me apestan tus ideas, tu alma diminuta, tu poca educación, tu falta de grandeza. De la misma manera que me conmueven tus intenciones, que a pesar de todo se quedan en eso: intenciones.

Son las 5:34 am. Han pasado ya casi cinco meses. Tengo un pasaje al destino para noviembre.

Y miro a mi lado y estás tú, deteniéndome. Porque no entiendes nada de mí, no sabes quién soy. Por favor, sólo vete.

Me duele todo lo que callo, pero lo hago por ti, tal vez para que así callada, me recuerdes.