Muchas mentiras pequeñas que te empujan hacia el abismo.
Tu único consuelo, el fondo de una botella.
Eres la indiferencia, la ausencia de conciencia.
Un corazón sin latido, donde innumerables quisieron entrar.
Sólo encontraron puertas de salida.
Te callé en mi cabeza, pero la realidad fue abrumadora.
Más de un corazón roto, pero ninguna lágrima.
Nadie bota una lágrima por ti, nadie agradece tus sonrisas fingidas.
Es un alivio que te vayas.
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