domingo, 7 de diciembre de 2014

Platónico

A ti te puedo escribir mil líneas, aunque nunca las vayas a leer.
Es difícil recordar ahora lo que fue real y lo que fue imaginario.
Pero todo se repite, incansablemente, a cada hora en mi cabeza.
Aún siento cada momento, cada fibra que moviste, cada sentido que despertaste.

Vuelvo a sentir el roce de tu cuerpo y de tu cara, despertando, en aquella cama, con la luz de la mañana que entraba por la ventana  de ese viejo hotel.
Fue apenas un día fugaz en el que miraste mis ojos con pasión y besaste mi cabeza con cariño.
Y no extrañé tus canciones.

Has sido tan pocas veces mío, aunque muchas tampoco sería suficiente.
Siempre te vas tan pronto y decides mirar hacia otro lado.
Tú olvidas mi rostro, yo olvido tu nombre.
Cada vez que cierras esa puerta es otra vez que nos perdemos.


martes, 28 de octubre de 2014

Montmartre

Hace algún tiempo que no hay mucho de qué hablar aparte del clima.
Hace mucho que no me confieso, de quién realmente soy, porque cada día lo sé menos.

Este año ha sido una transformación

Y este post, se llama Montmartre, porque ese lugar, es el único en el que puedo confiar, de que si regreso ahí voy a estar. Esa yo que queria conocer el mundo, esa yo que no le importaban las estrellas de los hoteles, esa yo que creía en el amor, que le brillaban los ojos, esa yo que ahora está tan lejos.

A veces llega el amor, se va la inspiración y ruegas por que ella no regrese.
Pero ya ves, corazón, aquí está de vuelta.
Me perdí en un túnel con muchas salidas, por decidir no tomar ninguna. Dejé adentro quién yo realmente era, para meterme en el papel de alguien mejor. Y me volví una versión distorsionada de la imagen del espejo que quise negar, pero supongo, eso no es mejorar.

 Y aquí estoy de nuevo, rodeada de personas y más sola que aquella noche en el hostal en Montmartre. Después de años de perseguir una vida vacía, sigo en la misma lucha por alcanzarla. Me sigo negando, incansablemente. 

Ya lo siento volver, implacable el desamor, que hasta ayer fue paciente. 

*en mi última visita a París (abril/2012) decidí quedarme en un hostal en Montmartre. Pasé días muy bonitos, pero no se por qué, las noches fueron muy tristes. Supongo que fue esa nostalgia que a veces te da París cuando no estás enamorado. 


martes, 9 de septiembre de 2014

JM

A él lo quise de una manera diferente, lo quise de verdad.
Lo quise libre, nunca lo amarré, nunca lo pensé como mío.
Lo quise feliz, como él me hizo a mi.
Quise que viva todo lo que la vida le tenía preparado y amé cada minuto que decidió tomar mi mano.
A él lo quise como a nadie, como nunca más voy a volver a querer.

lunes, 19 de mayo de 2014

Azul

Ya no es tan fácil mirarte a los ojos, como lo era antes. Solía perderme en ese azul intenso que se encogía cuando sonreías. No sé lo que pasó, no recuerdo el día en que todo se echó a perder y probablemente tú tampoco.

Tal vez aún había esperanza en ese abrazo mal dado antes de que te vayas. En ese que te di fingiendo desgano, mirando a otro lado, mientras tú agachabas la cabeza. No puedo regresar al tiempo, hacerlo bien, acompañarlo con un beso, decirte cuánto te iba a extrañar. Es tarde, incluso para mis excusas cobardes.

Recuerdas todavía estar pendiente de mí, o los paseos para mirar las estrellas desaparecidas, de cuando pasabas tu dedo por mi cara y decías "qué linda"? 
Yo lo recuerdo, todos los días, por los dos, para que tú no necesites hacerlo.

Mientras se van esos recuerdos, seguiré estando a tu lado, ya sin tomarnos la mano.
Aún guardando todos los "te quiero".

lunes, 12 de mayo de 2014

Ya no recuerdo tu nombre

Queda tan poco tiempo para olvidarte. 
Apenas unos días. 
Para arrancarte de raíz y dejar ir todo ese veneno. 

Te vas de regreso, a ser nadie, de nuevo. 
Y no te asombres si me encuentras de frente y ya no reconozco tu rostro,
si ya no te regalo una mirada o una sonrisa.

Lo dije francamente, olvidar tan fácil es mi mejor defecto. 
Al final de estas lineas, ya no recuerdo ni tu nombre.
He vuelto a ser libre.


lunes, 10 de marzo de 2014

El ahora

Escuchando en el auto una canción vieja de Miguel Bosé y luego de evidentes intentos fallidos de armarse de valor, finalmente alzó mi barbilla y besó mi sonrisa.

Dijo, "a pesar de nuestras diferencias... de todas las personas que he conocido acá, tú has sido...", mientras me miraba nervioso con sus oscuros ojos azules. Asentí, como si supiera lo que quería decir, para hacer el momento más sencillo, para él.

Han sido ya varios meses desde que las miradas descubiertas imprudentes pasaron a ser conversaciones largas con paseos felices y escasos besos inesperados.

Es la primera vez que no tengo que pensar en el futuro, porque tengo la certeza de que no existirá uno.
Los meses pasarán como días hasta que llegue la hora de partir y nos quedaremos con tanto, el uno del otro.

No existe ningún miedo, aún cuando caminamos abrazados por una senda que al final se bifurca.

Ahora, todo el tiempo de mi cabeza le pertenece.
Por un futuro corto lleno de momentos infinitos, apreto su mano hasta que sea la hora de irse.


jueves, 6 de marzo de 2014

Quiero querer

Quiero querer quererte menos.
Quiero querer olvidarte más.

Pero todo lo que hago, porque es lo que realmente quiero,
es quererte cada día un poco más y
olvidarte mucho menos.

Quiero entonces, quiero ahora, no ser yo.
Quiero querer irme lejos, a un país donde no te haya pensado.
Quedan pocos en este planeta, muchos menos en este continente.

Porque te extrañé tanto estando en Buenos Aires.
Luego un poco más en Estambul.
Hasta ya no saber dónde realmente estaba,
ni a dónde debía regresar a buscarte.

Quise tanto que no dejes de amarme.
Quise tanto que quieras quererme.
Hasta llegar al hastío,
Y ahora solo poder detestarte.

jueves, 16 de enero de 2014

Los días de las semanas, los meses de los años, las cosas que se acaban.

Lunes, ni siquiera lo intento. No soy tan ingenua.
Martes, tengo más fuerza, te olvido por ratos.
Miércoles, nunca sé qué día es.
Jueves, como hoy, o sea nada.
Viernes, al fin. Al fin qué. Eres de nuevo mi constante.
Los sábados me pierdo y los domingos ni siquiera existo.
Los domingos me gustan.

Las mañanas salgo al mundo, radiante, y claro, muy falsa.
Las tardes no sé, lo sigo intentando. Supongo.
Las noches: más tristes que antes de tu llegada, pero no tanto como cuando estabas.

Y no hay ningún punto en todo esto, que se repite todos los días, todas las semanas, todos meses de los años que se acaban.

Se acaban de intentos, de esperanzas.

Se llevan las notitas que te guardaba, las canciones que me cantabas.

Se repite todo siempre, pero ojalá mañana... Ojalá mañana, deje de ser hoy.

Espero.